Paren el odio infundado
Isha Yiras Hashem, Rebbetzin Devorah Fastag
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Como siempre, el español es gracias a Debbie Rubinstein, a quien en ocasiones olvido agradecer, pero siempre lo hace.
Rebbetzin Devorah Fastag dice que somos coautores de este.
Los sabios dicen que el Primer Templo fue destruido por los pecados de idolatría, inmoralidad y derramamiento de sangre. El Segundo Templo fue destruido por un odio infundado.1 El Primer Templo sólo permaneció destruido durante 70 años, pero el segundo ha seguido destruido durante milenios. A juzgar por el castigo, parece que el odio infundado es peor que la idolatría, la inmoralidad y el derramamiento de sangre.
Pero, ¿por qué la destrucción del Templo debería preocupar a la gente de hoy, especialmente a los que no son judíos? E incluso si eres judío, el Segundo Templo fue hace siglos. ¿Por qué debería importarnos ahora?
Nos importa porque, sin el Templo, nos estamos perdiendo una relación extremadamente cercana con Di-s. Cualquier buena relación con Di-s que tengamos hoy en día es pálida en comparación con lo que existía cuando el Templo estaba en pie.
Y esto es cierto para todos nosotros, incluso para aquellos que no son judíos. Cuando el Templo estuvo en pie, cualquier persona, judía o no, podía venir y orar allí y recibir respuesta a sus oraciones. La luz en los candelabros del Templo (menorá) enviaba una luz espiritual a todo el mundo, y cualquiera que lo deseara podía responder a ella y encontrar a Di-s. A los judíos se les ordenaba venir al Templo en muchas ocasiones, y cuando venían podían sentir la presencia de Di-s de una manera que era casi palpable, algo que no se podía sentir en ninguna otra parte del mundo.
En el Templo, muchas personas pudieron tener Ruach HaKodesh, una comunicación Divina, algo menos que una profecía, pero aún así una comunicación real de Di-s. Los pecados no sólo fueron perdonados, sino que desaparecieron. Sin el Templo los bloqueos espirituales causados por los pecados permanecen en el mundo sin manera de removerlos. Es cierto que podemos y debemos arrepentirnos y seremos perdonados; pero el oscurecimiento de la presencia de Di-s, la incapacidad de ver la espiritualidad debido a esos pecados, aún permanece como una nube en el mundo, incluso después del arrepentimiento.
Incluso los aspectos físicos de la vida eran mucho mejores para todos, en todo el mundo, cuando el Templo estaba en pie. Las frutas y la carne sabían mucho mejor. Pero, ¿por qué se nos debe negar comida de mejor sabor debido a los pecados de nuestros antepasados, que vivieron hace tanto tiempo?
La respuesta es que nos falta el Templo no por nuestros antepasados, sino por nosotros. Los Sabios decían que cada generación en la que el Templo no se reconstruye, se considera como si hubiera sido destruido en su tiempo. Si la generación ameritara tener un Templo Divino y milagroso, lo tendrían. Si no lo tienen, significa que esos pecados que lo destruyeron todavía están con nosotros.2
En este punto, muchos de ustedes se dan palmaditas en la espalda. ¡Después de todo, no odias a nadie sin razón! De hecho, no odias a tanta gente en absoluto, ¡y las pocas personas a las que odias realmente se lo merecen! ¡Después de todo, son tan odiosos!
Así es como pensamos.
Pero casi todo el odio es odio sin fundamento. Si entendiéramos de dónde viene la otra persona, el odio desaparecería. Permanece sólo porque nunca enfrentamos el hecho de que es infundado. Te contaré una historia tonta sobre cómo la gente piensa sobre el odio infundado para ilustrar este punto.
Había dos trabajadores en una tienda, llenando los estantes. No tenían ni idea de por qué se odiaban, pero insistieron en que sí. Finalmente, su jefe estaba tan frustrado con ellos que contrató a un detective. Incluso el detective no pudo entenderlo. ¿No es eso odio sin fundamento?
Bueno, sí, por supuesto que lo es, pero hay mucho más que eso.
Si no puedes hablar cortésmente con alguien que es diferente a ti... eso es odio sin fundamento.
Si crees que criticar a alguien en Internet es divertido y demuestra tu gran ingenio... eso es odio sin fundamento.
Si odias a alguien por celos, porque tiene más talento, dinero, belleza, honor, inteligencia o cualquier cosa que la gente desee… eso es odio sin fundamento.
Si odias a alguien porque realmente hizo algo malo, pero tú también, muchas veces… eso es odio sin fundamento.
Si odias a alguien porque no es inteligente, no tiene talento, etc., etc., y eso te molesta, y quieres avergonzarlo por ello… eso también es odio sin fundamento.
En resumen, si odias a alguien por cualquier motivo que no sea que es verdaderamente malvado... éso es odio sin fundamento.
¡¡Y hoy en día con toda nuestra maravillosa tecnología, puedes atacar y avergonzar a la gente ante millones de personas!! ¡Puedes destrozar a alguien que ni siquiera conoces, sólo porque no estás de acuerdo con ellos! ¿No es eso un gran progreso para la humanidad?📵
Muchos de nosotros creemos que tenemos excelentes razones para nuestro odio, pero ¿estamos en lo cierto?
¿Quizás la persona no se ha dado cuenta de que hizo mal?
¿Tal vez tienen problemas psicológicos y no pueden ayudarse a sí mismos?
¿Quizás tienen una visión diferente a la tuya, porque tienen una naturaleza diferente, una educación diferente, etc.?
Y tal vez, si los trataras mejor, ¿ellos también serían mejores?
Ciertamente avergonzarlos y gritarles no los va a mejorar. Y si los odias porque son mejores que tú, eso es un odio realmente infundado.
Entonces, queridos amigos, mientras nos acercamos a Tisha B'Av, tomemos un momento para reflexionar sobre nuestros propios sentimientos hacia los demás. Seamos honestos con nosotros mismos y encontremos esos rincones ocultos donde podría acechar el odio sin fundamento. Esforcémonos todos por ser la razón por la que el Templo esté un poco más cerca de estar completo nuevamente.
https://ohr.edu/holidays/tisha_bav/mourning/6980
Ibídem. Las fuentes proporcionadas a pedido, la mayoría se pueden encontrar en el sitio web de Ohr Somayach.