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(los nombres y datos identificativos han sido cambiados)
DespuĆ©s de mi conversaciĆ³n con Sally, fui personalmente a visitar la oficina de correos. Esa soy yo, Isha Yiras Hashem, la cuidadora responsable de pollitos y niƱos. Las cosas estaban tranquilas en la oficina de correos.
Todos estaban entusiasmados con la prĆ³xima entrega de pollitos, pero estaban sorprendentemente preocupados por el bienestar de los pollitos en trĆ”nsito. Me sentĆ un poco como Sally, asegurĆ”ndoles que los chicos estarĆan bien. RepetĆ lo que Sally me habĆa dicho.1
Mi nĆŗmero de telĆ©fono celular estaba grabado en un lugar destacado de la pared. ĀæCon quĆ© frecuencia los empleados del gobierno muestran su nĆŗmero de telĆ©fono personal en propiedad del gobierno? Me sentĆ profundamente honrada.
Sally fue sabia al sugerir avisar a la oficina de correos. TrascendiĆ³ que el cartero habrĆa dejado una nota en nuestra puerta diciĆ©ndonos que los pollitos habĆan sido entregados. Cuando se puso a ello.
Mientras tanto, me registrĆ© para recibir actualizaciones de entrega de la oficina de correos. Rara vez me inscribo en estos. Me dicen que mi paquete ha sido cargado en un camiĆ³n en Chicago y ahora va camino a Texas, porque la forma mĆ”s rĆ”pida de enviarlo a Florida es a travĆ©s de la oficina en San Francisco. Pero parecĆa prudente rastrear la carga viva lo mĆ”s cerca posible.
Lamentablemente, las actualizaciones de texto no fueron precisas ni Ćŗtiles. El primero dijo que los pollitos no estarĆan aquĆ hasta las 9:30 p.m. el viernes. Eso serĆa Shabat, y no uso electricidad en Shabat. Tal vez un vecino estarĆa dispuesto a recogerlos y cuidarlos hasta despuĆ©s de Shabat. RepasĆ© mentalmente la lista de vecinos. ParecĆa demasiado pedir.
Me preguntaba si esta solicitud serĆa mĆ”s o menos ridĆcula que la vez que Isha Yiras Hashem, nueva en el vecindario, tocĆ³ puertas al azar y les pidiĆ³ que recogieran antibiĆ³ticos en Shabat. Nos habĆamos mudado recientemente, mis hijos estaban enfermos y no habĆa dormido en algunos dĆas, y no estaba pensando con la suficiente claridad para procesar la complejidad como "Si es una amenaza para la vida, puedes recuperarla tĆŗ mismo en Shabat".2
La primera persona que abriĆ³ su puerta fue un hombre de mediana edad que nunca habĆa visto en mi vida.
Isha Yiras Hashem: Nos acabamos de mudar a esa casa. š Es mi sĆ”bado sagrado judĆo, asĆ que no uso electricidad ni dinero, pero mis hijos necesitan antibiĆ³ticos de CVS. ĀæPodrĆa venir a mi casa y tomar mi tarjeta de crĆ©dito y le darĆ© toda la informaciĆ³n que necesita para recogerlos de CVS? Yo realmente lo apreciarĆa.
Hombre de mediana edad: Si no abandona mi propiedad en 30 segundos, llamo a la policĆa.
En este punto, finalmente me di cuenta de que esto podrĆa no ser lo mĆ”s normal para pedirle a la gente. Pero estaba tan cansada que no podĆa pensar en ninguna otra idea. Afortunadamente, una vecina amable, alguien con quien ya habĆa hablado algunas veces, regresaba a casa. Estaba sorprendida y divertida, y muy amable. QuerĆa asegurarse de que fuera legal. Le sugerĆ que me grabara un video en el que la absuelvo de cualquier responsabilidad legal. Ella no tomĆ³ el video, pero amablemente consiguiĆ³ los antibiĆ³ticos. DespuĆ©s de Shabat, se me ocurriĆ³ que todo habĆa sido algo ridĆculo.
Mi punto es que siento que encargarse de los pollitos de la oficina de correos es demasiado pedirle a un vecino, sin importar cuĆ”n amable sea. AsĆ que me sentĆ muy aliviada cuando la hora de llegada se actualizĆ³ a las 6:30 p. m. el jueves, 27 horas antes de Shabat. La hora de dormir para nuestros niƱos es a las 6:00 pm. Eso significaba que los pollitos tendrĆan tiempo de adaptarse antes del viernes por la maƱana.
AsĆ que no revisĆ© mi telĆ©fono el jueves por la maƱana. Como un acto de rebeliĆ³n contra la tecnologĆa, trato de estar libre de telĆ©fonos por las maƱanas. AsĆ que revisĆ© mi telĆ©fono alrededor de las 9 am.
Hubo un mensaje de voz.
7:02 AM: "Hola, mi nombre es Joe. Estoy llamando desde la oficina de correos local para Isha Yiras Hashem. Tu PAQUETE DE ANIMALES VIVOS ha llegado. Ven a recogerlo lo antes posible. Estamos abiertos ahora. Muy bien, gracias. AdiĆ³s".
Me imaginĆ© alegremente la escena. EsperarĆa en una larga fila de gente malhumorada. Me preguntarĆan por quĆ© estaba allĆ, y yo llegarĆa a anunciar: "Ā”Estoy aquĆ para recoger pollitos vivos!" Te puedes imaginar cĆ³mo me atraĆa la idea.
LleguĆ© a la oficina de correos un poco despuĆ©s de las 9. Tal vez era demasiado temprano en la maƱana, pero no habĆa mucha gente malhumorada esperando en una larga fila. Solo una persona llamada John, y ningĆŗn empleado de la oficina de correos a la vista.
Afortunadamente, John era bastante platicador. Nunca lleguĆ© a preguntarle sobre Nabucodonosor, pero le contĆ© sobre Isha Yiras Hashem y le escribĆ el nombre de mi subpila. En un trozo de papel. Al salir de la oficina de correos, John lo tirĆ³ discretamente a la basura.3 Pobre de mĆ.
John, un tipo considerado, se ofreciĆ³ a dejarme ir primero, porque estaba recogiendo algo vivo, pero no me importaba esperar. Sobre todo porque no habĆa nadie allĆ para ayudarnos. Me gusta conocer gente nueva en la oficina de correos.
(Le cuento sobre la entrega de los pollitos. A John le gusta la idea.)
John, demostrando su apoyo a la idea: Ya sabes, Ā”es perfectamente legal tener gallinas! Ā”Mucha gente por aquĆ tiene gallinas!
Yo, amablemente: los pollos son maravillosos como mascotas. Ā”Son silenciosos y definitivamente huelen mejor que la marihuana! Los nuestros no huelen a nada, porque usamos un desodorante en aerosol para pollo.
(No deberĆa haber criticado el olor a marihuana).
John, que no me parecĆa el tipo de persona apasionada por la marihuana: En realidad, las gallinas corren el riesgo de contraer la gripe aviar, Ā”mientras que la marihuana es perfectamente inofensiva! ,
Yo, captando lentamente la pista: AsĆ que tal vez esa no sea una buena lĆnea de argumento para mĆ, comparar el olor de la marihuana con el olor de las gallinas.
John: Ā”No! La marihuana es muy buena. Ā”Los pollos son una cosa completamente diferente!
Yo: Ā”Gracias por enseƱarme algo!
Finalmente, alguien de la oficina de correos preguntĆ³ si alguien nos estaba atendiendo. Dije que no. Alguien mĆ”s saliĆ³ de las profundidades de la oficina de correos.
Empleado de la oficina de correos, mirĆ”ndome: Oh, ĀætĆŗ eres la que tiene pollitos vivos?
Yo: Ā”SĆ!
Trabajador de la oficina de correos: ĀæDĆ³nde estĆ”n?
Yo: no lo sƩ.
Voz desde el fondo de la oficina: EstƔn en el escritorio de Bill.
DisfrutĆ© la sensaciĆ³n de pueblo pequeƱo de esta conversaciĆ³n.
En cualquier caso, sacaron la caja sorprendentemente pequeƱa. Un suave canto saliĆ³ de la caja.
Nos fuimos a casa. La abrĆ y habĆa 5 pollitos en lugar de cuatro. MatemĆ”ticas de pollo otra vez. DecidĆ preocuparme por esto dentro de unas pocas semanas.
Yo: ĀæY si hace frĆo o calor en el camino?
Sally: Verificamos el clima y preparamos las cajas para enviar.
Yo: ĀæCĆ³mo?
Sally: Imprimimos mapas meteorolĆ³gicos para ver la ruta probable de los camiones de reparto y proporcionamos paquetes de calentamiento o anillos aislantes, segĆŗn sea necesario. Cuidamos bien de los pollitos en trĆ”nsito.
(De Pollitos reciƩn nacidos, vinculado arriba)
Yuma 85
Sigo offendita.